jueves, 14 de junio de 2007

... y nos vamos de "Marcha"

Queridos contertulios del Magister y/o Diplomado en Edición de Revistas:

Ya llevamos un par de meses en clases y no hemos tenido la oportunidad de compartir fuera de los pasillos y los coffee breaks que nos brinda la organización del programa de estudios.

Desde hace unas cuantas semanas que estamos dándole vueltas a una cita para reunirnos después de clases, y para capear la lluvia y evitar el lugar común de irnos a la cama temprano "por que está lloviendo, y hace frío, y yada, yada, yada...", nada mejor que una buena conversación, con una copa, reunidos todos en un lugar neutro al que acostumbramos cada martes y jueves.

Desde la próxima semana, tenemos largas sesiones de clases con la llegada de los profesores españoles, lo mejor será entonces realizar esta actividad mañana jueves, después de clases. Les parece?

La semana pasada, a algunos pocos les había propuesto el Catedral como posible lugar de reunión, pero hay muchos lugares más y ahora seríamos muchos más, así que bienvenidas sean las propuestas. Antes de clases o durante el break nos ponemos de acuerdo en los detalles.

Espero se entusiasmen con esta convocatoria.

Un abrazo grande

martes, 12 de junio de 2007

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Marmoleria Primavera
(no sirve en otras estaciones)

El vendedor de calumnias

Si el rio sigue sonando es porque piedras sigue trayendo





Paolo Primavera

El alma de la fiesta

¿Somos realmente el país más fome en la faz de la tierra?

Por qué nos envejecemos tanto

Un viajero norteamericano que visitó Santiago más o menos hace un año, ha escrito en un magazíne cuyo nombre no recordamos, estas líneas:
- “Sentimos mucho no poder observar a la población en un día normal, en que todo el mundo se sintiera de buen humor. Los tres días que permanecimos en Santiago, pesaba una grave preocupación sobre la ciudad. Los hombres marchaban con la cabeza baja y el ceño duro. Aún la gente joven que salía de los clubes y bares, iba triste y silenciosa. En la puerta de la principal institución social, Club de la Unión, se agrupaban algunas personas que lo miraban todo con verdadera ira en el rostro. Un hermoso paseo, el Parque Cousiño, parecía campo de salud para enfermos, tal era el gesto resignado y severo que se veía en la damas más hermosas, que seguramente hacían ese paseo por prescripción médica”.

Las observaciones de este turista, son exactas seguramente, pero, a nuestro juicio, no pesaba entonces ninguna preocupación sobre Santiago. Habitualmente en Chile todo el mundo está de mal humor. En las calles jamás se ve una sonrisa; las hijas de familia reciben instrucciones de sus madres para ir erguidas como cisnes y sin jamás reírse para que no les falten en respeto; los estudiantes universitarios no gritan, no juegan, no levantan la voz, no se sublevan, no le pegan a los profesores; los ebrios mismos o pronuncian discursos o pelean, o lloran, pero jamás cantan o se ríen. Una fiesta nacional o termina a bofetadas y botellazos o en un silencio general precursor de tempestad. Jamás un coro, uno de esos coros entusiastas que todos los países civilizados tienen para cuando se juntan hombres y están contentos. Aquí se estima simpleza que un hombre mayor de veinte años cante en voz alta.
Si aún vamos a observar al compañero del hombre –al perro- que suele tomar algo del carácter de su país…hay que notar que jamás dos perros del país, finos u ordinarios, se junta sin lanzar un mutuo gruñido de mal humor y hasta amenaza.
Alguien ha dicho que los países montañosos son tristes. Pero el mal humor, la irascibilidad ¿cómo se explicarían?
Cuando vemos a hombres de cuarenta años que representan más de cincuenta, mujeres de cincuenta que parecen ancianas de hospicio; cuando observamos que el que va a Europa vuelve con menos arrugas, más liviano, mejor equilibrado ¿cómo resistir la tentación de explicarse el curioso misterio?

Joaquín Díaz Garcés
Nuevas Páginas Chilenas
Santiago, 1946

Para picar, revista Zig-Zag

El rector de la Universidad ha dirijido una circulas a los examinadores aconsejándoles que no sólo traten a los alumnos con cortesía y justicia sino aun con bondad y dulzura., y condenando la labor del conocido bruto que todos hemos tenido que sufrir cuando niños y que se llama el gozados, es decir, el examinador que se goza al muchacho y lo saca más por gusto.

Ya era tiempo. Los progresos en este ramo son grandes. Llegará el día, nuestros estudiantes lo verán, en que se nombren comisiones de niños que examinen previamente a los examinadores, con lo cual las garantías serán tan amplias como es de desear.

La Semana, Revista Zig-Zag #94. Diciembre 9 de 1906.

Tenemos el placer de presentar en nuestras páginas el retrato del nuevo Ministro de Justicia señor don Oscar Viel. Es una personalidad jóven y talentosa, aventajadamente conocida rn nuestros círculos políticos y sociales. El señor Viel pertenece al grupo de personalidades que se levantan en la vida de los negocios públicos dando a un nombre esclarecido desde la cuna el realce brillante de los buenos e importantes servicios al país.

En una administración de rumbos nuevos y prácticos, la cooperación del señor Viel Cavero está llamada a ser de mucha importancia y de mui buenos resultados. Merece aplausos la idea de nombrar Ministros jóvenes, activos y emprendedores- Volvemos así a prácticas que dieron mui buenos resultados en otros tiempos.

Esperamos, pues, que el brillante secretario de Legación en Colombia y Arjentina, hoi diputado y Ministro, siga su rápida carrera en el mismo magnífico pié en que la ha mantenido hasta ahora y que dé al Ministro de Justicia todo el realce y actividad que requiere en las actuales circunstancias. Estamos seguros del agrado y aplauso con que su designación para tan elevado y honroso cargo habrá sido recibida no solo en el pais sino en las Repúblicas vecinas donde ha dejado los mas gratos y simpáticos recuerdos.

Don OSCAR VIEL CAVERO – nuevo ministro de justicia, Revista Zig-Zag #94. Diciembre 9 de 1906

Uno de los mas brillantes centros de reunión de la temporada es indudablemente el hermoso palacio de la legación del Perú, en la calle Catedral esquina con Morandé.

La familia del Excmo. Señor Alvarez Calderon recibe allí al alto mundo social y diplomático con una esquisita y simpática cordialidad que habla elocuentemente a favor de la cultura de esa nación hermana. En esos hermosos salones embellecidos e iluminados por la hermosura y el fino talento de la señora Roel de Alvarez Calderon y de sus hijas, se ha venido verificando una serie de reuniones sociales cuya grata impresión no es susceptible de borrarse ni oscurecerse con el tiempo. El espléndido palacio de la familia Blamaceda mereceria bien llamarse Casa de la Concordia sud-americana. Allí se albergó la Delegación arjentina que traia a Chile la palabra dorada de la amistad con una República de la cual nos apartara honda rivalidad de medio siglo. Hoy la ocupa la misión hermosa y espiritual de otra nacion hermana de la cual el destino nos mantiene ha tiempo distanciados. Indudablemente que el acercamiento entre Chile y el Perú tiene, al prsente, uno de sus factores mas poderosos en la distinción de esta familia, cuya hospitalidad señorial y elegante, hace recordar las tradiciones de las grandes casas de la época hidalga e histórica de los Virreyes.

En la señora de Alvarez Calderon y las jóvenes y brillantes herederas de su belleza y de su gracia, puede admirarse el mas cumplido, mas que reflejo, modelo del encanto de la sociedad peruana unido a ese “savoir vivre”, a esa “aisance”, que dan una larga vida entre los paises anglo-sajones.

Qué estraño, pues, que si ellas forman un soberbio lazo de union entre las cualidades amables y encantadoras de ambas razas antagónicas, no hayan de serlo tambien para la reconciliacion de dos pueblos enemigos un tiempo en los intereses, hermanos siempre en el talento y el corazon.

Al reproducir hoy los retratos de tan distinguidas damas, solo nos resta hacernos eco del jeneral deseo de que su permanencia en Chile sea larga y venturosa.

Familia Alvarez Calderon, Revista Zig-Zag #76. Julio 29 de 1906.

Fernando Mora



LA POESÍA CONTEMPORÁNEA EMPIEZA EN MÍ

(Entrevistas a Vicente Huidobro)

¿ Cuál es su concepto de la poesía?

Pienso que la poesía es la síntesis de todas las potencias creadoras del hombre. La poesía es la suprema construcción del espíritu humano y algo así como el símbolo de todas sus facultades, de todos sus anhelos y de todas sus energías. Sólo por medio de la poesía el hombre resuelve sus desequilibrios, creando un equilibrio mágico o tal vez un mayor desequilibrio. Aplastado por el cosmos, el hombre se yergue y lo desafía, el poeta desafía al universo. Por la poesía se iguala o supera al cosmos. La poesía es más infinita que el infinito, más cósmica que el cosmos. Hace muchos años yo respondí en otra entrevista ante una pregunta semejante a ésta: la poesía es la conquista del universo.

Dar definiciones de la poesía es muy fácil y muy difícil; se pueden dar cientos y todas, en el fondo, son insuficientes. La poesía es revelación, es vida en esencia, es el universo que se pone de pie. En realidad, la poesía nos hace ver todo como nuevo, como recién nacido, porque ella es descubrimiento, iluminación del mundo. Cuando sentimos que nos salen alas en la garganta y que todo nuestro cuerpo tiembla, estamos en presencia de la poesía. La poesía da vida a la muerte y más vida a la vida. La poesía es la vida de la vida, por eso podemos decir que es el juego de la vida y de la muerte. Pero, en verdad, todas las definiciones son insuficientes y acaso una de las mejores sería decir que la poesía es aquello que queda fuera del alcance de toda definición. Lo que es evidente, es que la poesía no es una entretención inofensiva como creen muchos, ni es tampoco un compuesto de relaciones irracionales como han dicho otros. Lo que hay es que, la poesía tiene razones que la razón no conoce, tiene derecho a entrar en campos vedados, a construir su mundo con una lógica suya propia que no es la lógica habitual. Así su irracionalidad no es sino aparente. Ella es profundamente racional dentro de su razón de ser, de su íntima realidad. Sí la verdadera poesía contiene siempre en su esencia un sentido de rebelión, es porque ella es protesta contra los límites impuestos al hombre por el hombre mismo, y por la naturaleza. La poesía es la desesperación de nuestras limitaciones, la poesía tiene hambre de infinito, de absoluto, de eternidad. Aún el Poema que os aparece como más sereno o más risueño, está lleno de ansias contenidas. No os fiéis de él, en cualquier momento pueden estallar sus dinamitas disimuladas y haceros mil pedazos.
La poesía siente más que nada el destino del hombre, y cuando creéis que está cantando, ella está llorando la libertad que es el paraíso perdido o, mejor dicho, el paraíso nunca hallado del ser humano.

Por otra parte, debo declararle que pensar en la poesía como una catástrofe de la razón, no me asusta ni asusta tampoco a la poesía.

¿ Qué significación da Ud. a las viejas escuelas, la simbolista, el parnasianismo y el modernismo?

Creo que todas las escuelas han sido buenas, porque han significado un proceso de la poesía en diversos caminos, han significado una agudización, un ahondamiento del sentido poético. Pero, naturalmente, lo más importante dentro de cada escuela ha sido el aporte de ciertos grandes poetas que por su propia grandeza salen más allá de sus escuelas, rebasan por todos lados.

¿ Cuáles son, para Ud., los valores más altos que Ud. admira en esas escuelas pasadas?

Baudelaire, Rimbaud, Lautréamont, Mallarmé, Jarry, Apollinaire. Pero si le he de decir verdad, prefiero los poetas de mi tiempo a casi todos los pasados. Para mí, la poesía que más me interesa comienza en mí generación y para hablar claro, le diré que empieza en mí. Esto no quiere decir que no admire a las grandes figuras de otros tiempos, les admiro y respeto mucho, pero prefiero a los míos, a los que están más cerca de mi pecho.

¿Qué piensa de García Lorca?

Que es un poeta muy mediocre. Para mí no tiene ningún interés. En general, los poetas españoles carecen de imaginación y de inteligencia poética. La literatura española está aplastada por la retórica, esa terrible retórica del Mediterráneo, que mantiene ahogados bajo su lápida a todos los escritores de España, de Italia y muchos de Francia. Bueno, en realidad, Italia no tiene escritores sino escribanos, como el imbécil del tal Petigrilli, el tanto furibundo de Marinetti y el tonto estético de D'Annunzio, con su cortejo de frases con miriñaques y crinolinas. Es increíble en el país del Dante, de ese genio cósmico, asombroso, que cada día me parece más admirable. Lo mismo sucede en España. ¿Cómo es posible que el magnífico impulso dado por los grandes poetas del Siglo de Oro no haya tenido continuidad? ¿Qué se hizo el genio español? Esto ha sido siempre, para mí, un motivo de misterio y de miles de conjeturas. Seguramente el descubrimiento de América desvió la imaginación española hacia la aventura vital de los exploradores y conquistadores, y la alejó de toda aventura intelectual; el español puso su acento en otra clase de conquistas que las espirituales. Y luego la retórica, la terrible retórica mediterránea, es como una lápida sobre el corazón, como un casco apretando los sesos; una verdadera armadura de hierro. Fíjese Ud. que todos los españoles de hoy escriben con un tono engolado, que parece salido de otros siglos, en un estilo tieso, rígido, con carrasperas de fantasmas y frío, de catedrales o humedad de cementerios. Escribir bien, para un español, es escribir como se escribía antes. Por eso la literatura española tiene tan poca vida. No han producido nada en una cantidad de ramas y subramas de las letras. No tienen un solo gran dramaturgo, ni un novelista de primer plano, ni un sicólogo, ni un gran pensador. No hay en España un Dostoievski, ni un Gogol, ni un Tolstoy, ni un Stendhal, ni un Balzac, ni siquiera un Proust, ni un Meredith, ni un Goethe, ni un Hölderlin, ni un Nietszche, para no nombrar sino autores de todos conocidos. Lo mejor que ha tenido la literatura española en los últimos tiempos es acaso Valle Inclán, a pesar de su voz engolada. No hubo en España un Victor Hugo, un Musset, un Baudelaire, un Rimbaud, un Lautréamont, un Mallarmé, ni nada comparable. Mientras Inglaterra poseía un Byron, un Shelley, un Black, España no tenía sino un Zorrilla, un Espronceda, un Núñez de Arce o novelistas como el señor Pereda, que todavía se atreven a editar los editores hispanos. Frente a esas montañas, unos tres o cuatro melones huecos. Desde el Siglo de Oro, las letras españolas, son un desierto intelectual hasta Rubén Darío. Ésta es la verdad, la muy triste verdad.

¿ Qué piensa Ud. de la poesía chilena?

Creo que está entrando en un buen camino, por lo menos hay un grupo de nuevos poetas que tratan de superarse y de no dejarse llevar por la facilidad.

¿ Qué piensa de Pablo Neruda?

¿Con qué intención me hace Ud. esta pregunta? ¿Es forzoso bajar de plano y hablar de cosas mediocres? Ud. sabe que no me agrada lo calugoso, lo gelatinoso. Yo no tengo alma de sobrina de jefe de estación. Estoy a tantas leguas de todo eso.

¿ Cree Ud. que esa poesía que Ud. llama gelatinosa puede hacer escuela en América?

Es posible, pero sólo entre los mediocres. Es una poesía fácil, bobalicona, al alcance de cualquier plumífero. Es, como dice un amigo mío, la poesía especial para todas las tontas de América.

¿ Cuáles son los poetas jóvenes que más le agradan ?

Desde luego, casi todos los que han colaborado en mi revista Total y algunos otros poquísimos, que no son muy conocidos. Me interesan altamente Teófilo Cid, Braulio Arenas, Enrique Gómez, Adrián Jiménez, Eduardo Anguita, Jorge Cáceres, Carlos de Rokha. Hay otros de los cuales he leído muy poco, y que parecen poseer un evidente talento poético, pero sería aventurado juzgarlos sobre la base de unas cuantas páginas.

¿ Qué piensa de la obra de Pablo de Rokha, la Mistral, Ángel Cruchaga, Max Jara y Pablo Neruda?

De esos que Ud. me nombra, el que más me interesa es Pablo de Rokha; Max Jara es un hombre inteligente, le aprecio mucho como amigo, pero en lo que respecta a la poesía no nos hemos podido entender jamás. Nos rechazamos como dos antiimanes, lo que no nos impide ser viejos amigos. Pero se olvida Ud. de Winet de Rokha y Rosamel de Valle, que son dos verdaderos poetas, sin dulsainas gelatinosas ni barro verde.

¿ Qué piensa Ud. de la crítica?

La crítica comprensiva, seria, aguda, profunda, me parece necesaria y no creo que pueda molestar a ningún autor. A mí me interesan las buenas críticas de mis libros; naturalmente las que más me interesan, son las más elogiosas, porque son las que me parecen más comprensivas y desde luego, menos superficiales, puesto que yo trato de escribir lo mejor posible. Aparte de la crítica auténtica, hay el comentario malévolo, hay el chismorreo asqueroso que en verdad no hace el menor daño a ningún autor. En lo que a mí se refiere, le aseguro que me sonrío de la cólera sorda que me rodea, de las intrigas y las porquerías de todos los ratones literarios. No me inquietan en absoluto. Un amigo me escribía hace poco en una carta: "Después de tu muerte se dirá de ti que fuiste detestado por todos los canallas de tu tiempo... Y esto es un gran honor". Así lo creo yo también. Es un gran honor.



(La Nación, Santiago 28 de mayo de 1939, pág. 5).





SOBRE EL MOMENTO POLÍTICO Y ECONÓMICO
DE CHILE Y DE AMÉRICA

Tres preguntas sobre tres incógnitas

Hemos formulado a profesionales, políticos, hombres de negocios, industriales, profesores, las siguientes preguntas:

1. ¿A qué atribuye Ud. la inquietud política de los países latinoamencanos?

2. ¿Cree Ud. que el mundo pueda solucionar la crisis sin adoptar nuevos sistemas políticos y económicos?

3.¿ Cuáles estima Ud. los factores esenciales en Chile para el retorno a la prosperidad?


VICENTE HUIDOBRO
Poeta

1ª A dos factores primordiales con sus derivados: un factor económico y un factor sicológico o social. El factor económico puede resumirse en la crisis del régimen capitalista, en las contradicciones de este régimen, cuyo caso patente palpamos nosotros en la lucha de los imperialismos por la conquista de mercados y la conquista de los países productores de materias primas. Los imperialismos extranjeros son los que hacen y deshacen las revoluciones y los gobiernos en los países latinoamericanos. Estos países son víctimas, más o menos inconscientes, de la lucha de los grandes países imperialistas, principalmente Inglaterra y Estados Unidos, para dominar e implantar su hegemonía en el mundo.

El factor sicológico-social es un epifenómeno del factor económico y proviene de la crisis de autoridad y del avance de las ideas sociales y el retraso de sus gobernantes. Los políticos demagogos de América se han quedado dormidos en la época feudal. Mientras el mundo avanza, ellos siguen durmiendo a la sombra de un cocotero, esperando que les caiga un coco, como una bomba, sobre la cabeza. Los gobernantes no tienen prestigio, nadie cree en ellos, porque ellos no merecen que se crea en ellos. Ninguno ha sido capaz de resolver los problemas de su país. Esto produce la crisis de autoridad. Anda una estrofita, que se canta en guitarra, por ahí por nuestra América, y que resume muy bien lo que digo:

Pandolfo gobierna hoy
Si Pandolfo es Presidente
También lo puedo ser yo.

Se ha visto tal desfile de presidentes analfabetos en América, que el cantor de la guitarra está plenamente justificado para pensar que él no lo haría peor.

2ª Me parece imposible solucionar la crisis sin un cambio completo del sistema político y económico. Este cambio lo señala el marxismo-leninismo, o sea, la economía socialista, y no hay otra posible.

3ª El único factor esencial es adoptar los principios de la revolución agraria e antiimperialista. La revolución social en nuestros países latinoamericanos no puede ser una revolución social-comunista como será en los grandes países industriales del mundo, sino una revolución agraria antiimperialista, o sea, nacionalización de la riqueza, expulsando a los imperialistas y reparto sólo de la gran propiedad, Dentro del materialismo histórico, éste es el paso de la evolución que corresponde a nuestros países. No somos nosotros los que vamos a dar consignas del mundo. Por muchos años aún seremos simples reflejos de las grandes potencias europeas, obedeciendo cada país, en el concierto universal, a las leyes previstas por la dialéctica histórica.
(Hoy, Año II, Santiago, 20 de octubre de 1933, pág. 23).


Publicado por Miguel Angel Devia

lunes, 11 de junio de 2007

Campaña de Desinfección de Cesantes

"-La miseria y la higiene no están reñidas-. Así nos decían algunos funcionarios de la Oficina de Cesantes, dependiente de la Dirección del Trabajo, mientras nos dirigíamos a ver la forma en que se realizaría el aseo de los cesantes del Cerro Blanco, en la Casa de Limpieza de la calle Bellavista.

La miseria en el Cerro Blanco
En las canteras abandonadas del Cerro Blanco y en los lugares que puede presentar amparo para el frío nocturno, se habían refugiado alrededor de 500 cesantes, aquellos que estaban más afectados por la miseria y cuyas ropas eran verdaderos andrajos (...)

Se arbitran medidas
Ante aquel cuadro de miseria, se arbitraron rápidas medidas tendientes a evitar el desarrollo de enfermedades contagiosas que ya manifestaban claamente sus signos en muchos de los habitantes de Cerro Blanco (...)
En esta situación, la Oficina de Cesantes ordenó el traslado de todos estos cesantes hasta la Casa de Limpieza, donde fueron sometidos a una especial higiene, siendo todos bañados, afeitados y haciéndoseles un corte general de pelo.

Se reparten ropas
A fin de evitar que las personas que iban en tal estado de miseria continuaran en aquel estado, después de la higienización de sus personas, fueron obsequiadas con buenos trajes y camisetas (...)

Aquellas ropas que aun podían ser utilizadas, fueron desinfectadas en hornos desidratadores (sic), mientras las restantes, o sea aquellas que eran verdaderos andrajos, fueron incineradas.

A trabajar
Limpios y afeitados, los cesantes fueron trasladados en camiones especiales a la Cuesta de la Patagüilla y otras obras públicas de la provincia de Santiago. Todos estos cesantes fueron llevados con un salario determinado y bajo el control de la Dirección del Trabajo".

Fuente: Reportaje de Revista Zig Zag. Santiago. Número 1420 (7 mayo 1932) p. 42 y 43.
Incorporado por B. Burgos