lunes, 4 de junio de 2007

EL ARTE DE SABER COMPRAR

No demuestre demasiado entusiasmo, ni se tiente con lo primero que le muestren; proceda con calma y dominio de sí mismo.


SABER COMPRAR, bueno, bonito y barato, como vulgarmente se dice, y poder hacerlo sin arrepentirse en seguida de lo que se ha adquirido, comprar lo que verdaderamente se necesita y en las mejores condiciones posibles, es una realidad una verdadera ciencia que toda mujer debe tratar de conocer a fondo.
Por ejemplo, si usted desea tener un vestido y comprarlo a punto de ponérselo, siga fielmente los ocho mandamientos siguientes:

1.Escoja siempre un modelo que convenga a su personalidad.
2.De preferencia escoja un color que armonice con la mayor parte de las cosas que usted ya tiene.
3.En el caso que el vestido que elija tenga como adorno cuello y puños claros, asegúrese de que son lavables y fáciles de sacar y volver a coser.
4.Fíjese en que el vestido no le quede demasiado ajustado o estrecho en ninguna parte de su cuerpo, sobre todo en las caderas, pues hará desmerecer su gracia.
5.Vea si tiene bastante género en las costuras y pliegues. De este modo, al lavarlo o mandarlo después a la tintorería para su limpieza, tendrá el recurso de alargarlo o ensancharlo en caso de engordar.
6.Doble los brazos para darse cuenta del largo de la manga, y crúcelos. Pasa a veces que al hacer estos movimientos, mangas que parecen normales, acusan su estrechez. Las mangas demasiado ajustadas se gastan pronto en el codo. Si la espalda del vestido le queda muy apretada, las sisas se rompen a menudo.
7.No escoja jamás un modelo que necesite demasiados arreglos. En primer lugar, los retoques cuestan caros y muchas veces echan a perder la línea del traje.
8.No olvide que los vestidos cortados al sesgo son muy difíciles de transformar y se ajan más fácilmente que los cortados al hilo.

Si usted se hace cliente de una casa de novedades, y se hace atender siempre por una misma vendedora, ella aprenderá a conocer sus gustos y su estilo. Si hay alguna que tenga más o menos su porte y talle, encontrará rápidamente lo que a usted le conviene, pues ya conoce los defectos y ventajas de su propia silueta. Esfuércese por inspirar simpatía, no sea demasiado odiosa, ni caprichosa. Una amabilidad recíproca facilita enormemente las relaciones.

Gradualmente, esforzándose, se podrá adquirir cierta experiencia en el mundo de la costura. Y este esfuerzo tendrá sus recompensas.

Revista EVA. 1953

Catherine Mora.

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